Tipos comunes de refrigerante comercial
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La refrigeración comercial es el campo que engloba todos los equipos y métodos utilizados para conservar productos perecederos mediante el almacenamiento en frío. Esto incluye no sólo los alimentos, sino muchas otras cosas en las que quizá no pensemos tan a menudo, como los medicamentos, que necesitan almacenarse a una temperatura constante. La función de los equipos de refrigeración depende en gran medida del uso de unas sustancias químicas llamadas refrigerantes. Si estás pensando en hacer carrera en el importante campo de la refrigeración comercial, tendrás que familiarizarte con las aplicaciones de los refrigerantes más comunes y cómo manejarlos.
Cómo funcionan los refrigerantes
En este artículo no tenemos espacio para profundizar en la física de la refrigeración, pero podemos tratar brevemente los fundamentos de la refrigeración comercial.
Los frigoríficos comerciales comunes, como los que se utilizan en tiendas de comestibles y farmacias, funcionan transfiriendo calor del espacio interior de la unidad al espacio exterior. Esto suele hacerse utilizando un refrigerante químico que circula por el sistema, transportando el calor desde el interior del espacio refrigerado y disipándolo en el aire exterior. En distintas fases del proceso, el producto químico puede pasar de fluido a gas y viceversa, a medida que capta y libera calor.
Algunos tipos comunes de refrigerante
Hay muchos tipos diferentes de refrigerantes utilizados en las aplicaciones modernas de refrigeración y climatización. La ciencia de la refrigeración evoluciona continuamente en respuesta a la demanda de mayor eficiencia y menor impacto ambiental, lo que ha hecho que algunos tipos de refrigerantes dejen de utilizarse habitualmente y sean sustituidos por alternativas superiores. He aquí algunos de los tipos más importantes en la refrigeración comercial.
R-22 (freón)
Aunque rara vez se encuentra en los equipos más nuevos, el R-22 sigue siendo un tipo de refrigerante muy utilizado en aplicaciones de refrigeración comercial, así como en aparatos de aire acondicionado. Se está eliminando poco a poco debido a preocupaciones medioambientales, concretamente en relación con el cloro que contiene y que provoca el agotamiento de la capa de ozono. El R-22 estará totalmente prohibido en 2030 en virtud de la legislación federal sobre aire limpio.
R-134a
El R-134a tiene la ventaja de ser poco tóxico y no inflamable. Suele utilizarse en enfriadores y frigoríficos, y antes también era habitual en los aparatos de aire acondicionado de los coches. Sin embargo, existe la preocupación de que su uso pueda contribuir al cambio climático, por lo que se está eliminando progresivamente en algunas regiones.
R-290
El R-290 es en realidad una forma purificada de propano, lo que puede sorprender a quienes solemos pensar que el propano se utiliza para calentar cosas, como en una parrilla, y no para enfriarlas. El R-290 es cada vez más popular porque es eficiente energéticamente y respetuoso con el medio ambiente. La desventaja del R-290 es que, al ser a base de propano, es inflamable, lo que significa que hay que tomar las debidas precauciones al utilizarlo o transportarlo.
R-407C
La principal ventaja del R-407C es que puede utilizarse fácilmente para reequipar equipos de refrigeración antiguos diseñados originalmente para funcionar con R-22 (freón). Sin embargo, todavía no se considera una opción sostenible por su alto potencial de contribuir al calentamiento global y porque su producción es ineficiente. Estos inconvenientes podrían hacer que dejara de utilizarse en un futuro próximo.
R-717
Basado en el amoníaco, el R-717 es muy eficiente energéticamente y de bajo coste. El inconveniente es su toxicidad y la necesidad de componentes resistentes a la corrosión en los sistemas de refrigeración que lo utilizan. Esto significa que es difícil utilizar el R-717 en aplicaciones a pequeña escala, pero es popular para la refrigeración industrial a gran escala.
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